Aun hoy se insiste desde diversos sectores (especialmente aquellos que defienden la hipótesis OVNI) en que hubo un intento deliberadamente ocultado por parte de la Fuerza Aérea de acercarse al objeto. La realidad es que diversos medios de prensa dieron cuenta de la especie, pero mientras algunos mencionaban efectivamente el envio de dos aviones, otros informaron que dicha operación finalmente no se llevó a cabo. No obstante, la duda sería acrecentada después de que se produjera el unico intento de acercamiento al objeto por parte de un avión civil.
La producción del noticiero del canal 9 de TV al ver el revuelo causado por el supuesto OVNI, puso un equipo periodistico a bordo de un avión Lear-Jet alquilado a la empresa Aeromaster para que desde el aire intentaran obtener mas precisiones sobre la verdadera naturaleza del objeto. La tarea fue encomendada al periodista Ricardo Rivas y a Carlos Martinez y Raul Baisetto, camarógrafo y ayudante, respectivamente. Si bien pudieron acercarse bastante y a duras penas filmar el objeto (dicha filmación actualmente es un "incunable ufologico"), a pesar de los esfuerzos del comandante Carlos Miranda no pudieron alcanzarlo, pues era evidente que el OVNI se encontraba muy por encima del alcance máximo del avión. En cierto momento durante el vuelo, se produce una comunicación entre el Lear Jet y la torre de control del Aeropuerto Internacional de Ezeiza en donde su operador menciona que un piloto de Mirage intentó subir hasta 55.000 pies, pero que no pudo tampoco acercarse. Esto confirmaba las manifestaciones de habitantes de la zona oeste de la provincia de Buenos Aires en el sentido de que se habrían enviado dos aviones a reacción hacia el OVNI.
En igual sentido se pronunciarían los matutinos "La Prensa" y "Diario Popular" al dia siguiente del suceso, afirmando que los cazas habían partido desde la VIII brigada aérea con asiento -en esa época- en la ciudad de José C. Paz, distante 20 kilómetros de la Capital Federal.
Curiosamente, en un recuadro publicado en el matutino "Clarin" del 18 de setiembre afirma todo lo contrario, agregando que si bien se había evaluado seriamente la posibilidad del envío de un avión Mirage, dicha operación finalmente no se concretó por motivos económicos.
¿En que quedamos...dos Mirage que vuelan o uno que no...?. Esa contradicción es uno de los tantos elementos que -como decía mas arriba- fortalecen las ideas paranoicas de mas de un ufólogo. "...Si la Fuerza Aerea salió a ver de que se trataba es porque evidemente "eso" no era un globo..." es -palabra más, palabra menos- el hilo conductor al que se aferran quienes ven algo "oscuro" detrás de la contradictoria postura de la fuerza.
Pero, existe tal contradicción...?
Partamos de una base clara: el mencionado recuadro del diario "Clarin" no menciona como fuente de la información, ni al comando en jefe de la Fuerza ni a autoridad alguna, sino simplemente una fuente "bien informada", es decir estamos hablando de un trascendido, un rumor, o como cada uno quiera llamarlo, pero de ninguna manera se trata de una información oficial.
Investigaciones posteriores, confirmaron la presencia de los dos aviones pero a diferencia de lo que los "conspiranoicos" afirman no se trató de una misión de intercepción y ni siquiera de reconocimiento. La realidad es mucho mas simple.
Una de las posibilidades -entre tantas- que había barajado desde el principio (y que consta en la versión primitiva de este trabajo en el N° 2 de la desaparecida revista Informe Alfa) es de que en lugar de enviar los aviones en plan de reconocimiento, esa misión haya sido confiada a sendos aparatos que ya estaban en vuelo como parte de alguna misión de rutina o entrenamiento. Y esa parece ser la realidad de lo que ocurrió.
En la ya citada investigación de Leopoldo F. Montello se confirman mis sospechas iniciales, pues según fuentes de la Fuerza Aerea por él consultadas efectivamente ese día se efectuaron observaciones desde dos Mirage en vuelo de rutina al mando de los capitanes Varela y Sanchez, quienes efectuaron evoluciones hasta los 60.000 pies, pero no pudieron acercarse al objeto pues éste se encontraba fuera de su alcance. Queda de esta forma perfectamente aclarado que no existió ocultamiento por parte de la fuerza sobre el envío de los aviones, sino que dicha información fue omitida en el comunicado oficial por tratarse con seguridad de una misión de rutina que originalmente no poseía relación alguna con el avistamiento.
Volviendo al caso, otros testigos casuales del desplazamiento del objeto fueron la tripulación y pasajeros de varios aviones de linea, entre ellos el de un Boeing 747 de Iberia en vuelo hacia Santiago de Chile, que pudieron ver el OVNI desde abajo después de efectuar un vuelo circular en sus inmediaciones. Según la descripción del comandante despedía una gran luminosidad y tenia forma alargada (es probable que se refiriera a la notoria columna brillante) señalando que en esos momentos se encontraba sobre la vertical de la Ciudad de Junin a unos 200 kms. al noroeste de Buenos Aires.
Entrada ya la tarde de ese 17 de setiembre, imperturbable y ajeno a cuanto ocurría 30 kilómetros mas abajo, el objeto continuó su lento derrotero hacia el noroeste con un cielo espectacularmente azul como escenario. Ese desplazamiento lo llevaría a ser visto a últimas horas de la tarde en las localidades de Trenque Lauquen y Roosvelt en la provincia de Buenos Aires, en Huinca Renancó, provincia de Córdoba, y en Venado Tuerto, de la vecina Santa Fe.
Luego de esos postreros avistajes, se pierde todo rastro testimonial de la presencia del extraño visitante.
La noticia, como es lógico, acaparó la atención de todos los medios radiales y televisivos durante el resto de esa jornada y la prensa capitalina hizo lo propio al dia siguiente, como veremos a continuación.